La franquicia de cafeterías, Starbucks, se ha unido a Postmates para lanzar un servicio piloto de entregas de pedidos a domicilio. El método permite a los consumidores pedir un café a través de la aplicación móvil de la firma, pagar con tarjeta de crédito, Apple Pay o con la tarjeta de Starbucks y solicitar la recepción del pedido a una dirección determinada.
El precio de la entrega es de 5,99 dólares (5,45 euros) y está diseñado para realizar grandes pedidos. El servicio sólo se encuentra en los barrios South Lake Union, Capitol Hill y Madison Park de Seattle.
La asistencia es una extensión del servicio Mobile Order & Pay que estuvo disponible en todo Estados Unidos este otoño y que ahora permite a los clientes efectuar encargos con antelación a través de la app de Starbucks en más de 7.400 tiendas.
Las plataformas de entregas a domicilio se han convertido en una estrategia clave para muchos negocios, como el ‘Take Eat Easy’ que llegó a Madrid el pasado mes de agosto. La firma quiere redefinir y dotar de calidad la entrega de comida a domicilio.
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