La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha manifestado su preocupación ante el anuncio de Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) de iniciar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 1.200 trabajadores, y de cerrar cuatro de sus plantas de producción, por las repercusiones que puede tener para el turismo.
Para el caso concreto de Baleares, “con más de 200.000 camas hoteleras y que en 2013 recibió más de 13 millones de turistas”, la FEHM ha manifestado una “gran preocupación” por las consecuencias que, en términos de abastecimiento de demanda, incremento de precios derivados de la insularidad, y calidad del servicio puedan producirse.
Efectos a los que, según destacan en un comunicado, habría que unir los efectos indirectos e inducidos sobre otros sectores, como puertos o transporte terrestre.
Todo ello, “repercutirá, inevitable y negativamente en el sector turístico balear y en la correcta prestación de los servicios que en los establecimientos hoteleros se ofrece”.
Por esta razón, desde la FEHM se quiere hacer llegar el apoyo al conjunto de los trabajadores y, más concretamente, a los empleados de la planta de Palma, invitando a sus representantes a celebrar una reunión conjunta, como sector indirectamente afectado.
Si bien la FEHM expresa su “respeto” a las decisiones que legítimamente se toman desde las empresas privadas, su “incomprensión” ante la decisión tomada viene motivada por las informaciones que apuntan que el grupo, entre enero y noviembre del año pasado, obtuvo beneficios.
Por ello, afirman que en un contexto como el actual “no se comprende que una empresa, aparentemente autosostenible y rentable, tome esta decisión con las consecuencias sociales directas y las económicas indirectas a otros sectores, además de cargar a las arcas públicas los costes de las prestaciones sociales que los despidos van a acarrear”.
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