La empresa española Corsán Corviam deberá indemnizar a Bolivia con 154 millones de dólares (143,5 millones de euros) por el abandono de dos proyectos en el país, la construcción de una carretera y de una hidroeléctrica.
El gobierno boliviano y la empresa española firmaron en su momento unas boletas de garantía o seguros en virtud de los cuales la empresa debe devolver al gobierno las cantidades que el mismo le había adelantado para las obras de la vía Ixiamas-San Buenaventura y la construcción de la hidroeléctrica Miguillas.
Evo Morales ha señalado que la economía boliviana no se verá afectada y que el proyecto seguirá adelante con otra empresa, una vez que la compañía española devuelva las cantidades acordadas, pero ha destacado que este proceso supone una pérdida de tiempo.
El Jefe del Estado se ha mostrado favorable a mantener reuniones con los representantes diplomáticos de los países con los que Bolivia firma contratos, destacando además que la actitud de Corsán está afectando a la imagen de España.
Las oportunidades en Latinoamérica están atrayendo la inversión de empresas españolas. De hecho, las infraestructuras paraguayas también han atraído inversión española.