El fabricante automovilístico Audi prueba la aerodinámica de sus coches, los de producción en serie y los de competición, en un túnel de viento que es capaz de producir corrientes de hasta 300 kilómetros por hora.
El túnel aerodinámico de Audi es un complejo de 30.000 metros cuadrados que se compone de un túnel termal, otro climático y otro aeroacústico. Antes de lanzarse al mercado, cada nuevo modelo de Audi pasa unas 250 veces por las distintas instalaciones del túnel de viento en las que se realizan más de 6.500 horas de ensayos al año.
El fabricante asegura que “una aerodinámica favorable ayuda a reducir el consumo y las emisiones, ya que circulando a velocidades de autopista, la resistencia aerodinámica representa casi la mitad de la energía que produce el combustible utilizado para mover el vehículo”.
Los fabricantes de coches alemanes como Audi y BMW van un paso más allá en la fabricación eficiente de sus vehículos, como es el caso de BMW que ha presentado un nuevo modelo de coche llamado M4 GTS Concept.
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