Los presidentes de México y Corea del Sur van a reunirse durante el mes de abril y podrían tratar el problema que la automotriz Kia está teniendo la región de Nuevo León debido al cambio de gobierno y en los programas de inversión.
Kia anunció su inversión en Nuevo León en 2014, con el objetivo de construir una planta con capacidad para fabricar hasta 300.000 vehículos al año.
La automotriz y el gobierno de la región firmaron un acuerdo a través del cual la entidad pública se comprometía a un mayor desarrollo logístico y de infraestructuras en la región para que Kia pudiera agilizar el movimiento de piezas y vehículos ya finalizados.
Las recientes elecciones han provocado un cambio de gobierno en Nuevo León y los nuevos responsables públicos se niegan a cumplir el contrato firmado alegando que no existen fondos suficientes para llevar a cabo las infraestructuras prometidas.
Kia por su parte alega que el acuerdo fue firmado a través de un procedimiento legítimo. De hecho, la automotriz necesita el desarrollo de infraestructuras de transportes en la región para evitar colapsar las carreteras con su actividad.
El conflicto entre la automotriz surcoreana y el gobierno de Nuevo León se extiende desde hace ya algunas semanas. Los expertos creen que en la próxima reunión entre el presidente de México y el de Corea del Sur éste podría ser uno de los temas a tratar a fin de intentar encontrar una solución aceptable para ambas partes.
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