La firma sueca de venta de muebles IKEA ha confirmado que no abrirá la planta productiva que tenía pensado implantar en la región de Nuevo León (México). La decisión se debe a razones organizativas y no a cuestiones políticas
IKEA había evaluado la posibilidad de abrir una planta de fabricación de muebles en Nuevo León para mejorar su distribución hacia Estados Unidos. La multinacional tenía previsto invertir 85 millones de dólares (74,7 millones de euros) en una planta de fabricación y un centro de distribución que generaría hasta 1.300 empleos.
La presencia de IKEA en Nuevo León comenzó a peligrar después del cambio de gobierno en la región y la consiguiente paralización de las inversiones previstas en el desarrollo de infraestructuras de transporte. De hecho, la falta de desarrollo de infraestructuras en Nuevo León está afectando de forma directa a empresas como Kia.
Los rumores apuntan a que IKEA ha desistido de su proyecto en Nuevo León porque no quiere verse inmersa en un problema como el que Kia tiene ahora mismo, pero las autoridades políticas de la región han manifestado que la decisión de la empresa sueca se debe a que sus estudios han determinado que por el momento tiene suficiente capacidad de producción y no necesita una nueva planta y no a problemas políticos.
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