Santiago Garcia-Faure Enebral, profesor de la Universidad Alfonso X el Sabio, asegura que “los docentes son la clave en la detección de los trastornos de aprendizaje de los niños”.
Esta declaración viene a raíz del estudio realizado por la Fundación Letamendi-Forns, que estima que entre el 10 y el 15 % de la población en edad escolar padece algún tipo de trastorno de aprendizaje, como la dislexia o el déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH).
En este sentido, Santiago García-Faure apuntó que “La detección a tiempo de los trastornos de aprendizaje es el primer paso para garantizar que se diagnostique tempranamente y, de este modo, aumenten las posibilidades de éxito en su tratamiento y se reduzca la posible aparición de trastornos asociados”.
“Los maestros y los educadores son el agente principal en la detección de estos trastornos puesto que pasan muchas horas al día observando el comportamiento de los alumnos y comparando las conductas y el funcionamiento cognitivo entre niños de la misma cohorte de edad. Son, por tanto, los maestros -que desde la perspectiva de la práctica reflexiva deben recibir la oportuna formación en este campo- quienes avisarán al pedagogo del colegio u orientador escolar para confirmar o descartar los posibles trastornos de aprendizaje o conductuales”, afirmó Santiago García-Faure.
También las familias son clave en la detección precoz de los trastornos de aprendizaje. Por eso son tan importantes iniciativas como la de la Unitat de Trastorns de l’Aprenentatge (UTAE) del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, que ha creado una miniserie de cinco capítulos que aborda diferentes cuestiones relacionadas con el aprendizaje, con el objetivo de ayudar a las familias a detectar posibles trastornos en edades tempranas.
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