Las importaciones chinas han paralizado el transporte marítimo de graneles. La caída en la demanda china de materias primas ha hecho que muchos buques portacontenedores anclen en los grandes puertos y que las tarifas por el flete marítimo caigan a mínimos históricos.
Además, muchas empresas han tenido que acogerse a la protección por bancarrota o se han retirado del negocio, aumentado así el número de buques graneleros que están pasando por el desguace, incluso años antes de alcanzar su vida útil, según informa el Wall Street Journal.
El estudio explica que alrededor de 690 graneleros podrían estar parados, es decir, el 7% de la flota mundial. La oferta es mucho mayor que la demanda y para solucionar el problema podría ser necesario que se amarraran el doble de embarcaciones durante 2016.
La desaceleración industrial de China ha afectado a la demanda de materias primas para la construcción entre otras. Por eso, los efectos financieros se han notado en muchos sectores, desde las empresas mineras hasta los operadores de transporte.
Por otro lado, MOL ha anunciado que quiere reestructurar sus divisiones de graneles secos y contenedores, con el objetivo de abandonar paulatinamente el negocio de carga seca.
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