Brasil tiene déficit de infraestructuras de transporte y este fenómeno está lastrando la competitividad del país en la región. La inversión en infraestructuras sigue bajando cada año, lo que afecta a empresas y particulares.
Priscilla Santiago, coordinadora de economía de la Confederación Nacional del Transporte (CNT) ha manifestado que el país necesita un plan de transporte integrado que cuente con objetivos y metas definidos a largo plazo.
Santiago ha denunciado la baja inversión pública en infraestructuras públicas. La inversión de Brasil en infraestructuras de transportes ha ido descendiendo paulatinamente hasta situarse en un 0,19% del PIB en 2015.
Esta situación hace que los expertos demanden iniciativas que atraigan la inversión privada. De hecho, Brasil ya ha tomado medidas y ha optado por la privatización de varias terminales portuarias.
El presidente del Frente Parlamentario Mixto de Logística de Transporte y Almacenamiento y de la Comisión Senado de Futuro ha comentado que existen un gran volumen de obras sin terminar y esto está impidiendo las nuevas inversiones.
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