Durante años el sector energético en México ha estado monopolizado por una sola empresa, Pemex. Sin embargo, el panorama podría cambiar durante las próximas semanas y es que el seno del Poder Legislativo está examinando la posibilidad de llevar a cabo una reforma energética acabando con el monopolio.
La llegada de nuevos capitales al sector energético supondría una revolución en el sector logístico, ya que hoy en día en México son pocas las empresas que tienen el know-how suficiente para entrar en el sector del transporte y almacenaje de gas y/o petróleo.
Mientras el sector energético de México permanecía estancado en manos de una sola empresa, en los últimos tiempos se ha desatado en Texas un auge por el gas y el petróleo, y el sector energético no ha dejado de crecer, generando más de 388.000 empleos y estimándose además que dicha cifra se duplicará en 2018.
Todo ello porque la técnica del frac sand (lo que aquí conocemos como fracking) ha permitido extraer petróleo y gas de yacimientos que antes no eran económicamente viables, pasándose de una producción anual de 4.4 millones de barriles a una producción de 41 millones de barriles en un año.
Esta demanda de petróleo y gas requiere lógicamente de toda una infraestructura de transporte por vía ferroviaria, terrestre y marítima, incidiendo por tanto favorablemente en el sector logístico americano. Como ejemplo, empresas que se dedican al alquiler de camiones-tanque como es el caso de GATX o Greenbier’s están experimentando un gran auge. Se habla además de importantes inversiones de hasta 10 mil millones de dólares en los próximos años para mejorar las infraestructuras y facilitar el transporte de estos combustibles. Y es precisamente eso lo que podría ocurrir en México si se permite que nuevas empresas entren en el sector energético.
Puede que por el momento no existan muchas empresas mexicanas con los conocimientos suficientes como para enfrentarse a las peculiaridades de la logística en este sector, pero su cercanía con Texas puede jugar en esta ocasión en su beneficio, ya que las empresas dispuestas a entrar en el sector energético mexicano podrían beneficiarse de las economías de escala del Estado vecino, que ya tienen los conocimientos suficientes sobre cómo debe operarse en el sector.
Además, la cercanía con el Estado de Texas hace que existan algunas empresas como Mexichem que ya están trabajando en la zona y que podrían aplicar sus conocimientos ahora en su propio país.
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