Los bajos precios del crudo podrían aumentar la dependencia de países exportadores de Oriente Medio, cuyos costes de producción son más reducidos, según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
“Aunque el abaratamiento del crudo es positivo para los consumidores, puede afectar a la futura seguridad energética. La caída de los precios, que se sitúan en torno a los 50 dólares (46,61 euros) por barril ha reajustado el equilibrio del mercado, dejando fuera a los agentes con mayores costes de producción”, asegura el director ejecutivo del organismo, Fatih Birol.
El organismo informa de que la seguridad energética puede verse amenazada en los próximos 25 años por el aumento de la demanda en India, que cuenta cada vez con mayores necesidades de energía. El país superará las importaciones netas de la Unión Europea en 2040, pronostica la agencia.
Por otro lado, aprovechando que el precio del petróleo está bajo, la confianza de los inversores aumenta. Por eso, la consultora Ernest&Young ha publicado un estudio que revela que el 54% de los ejecutivos de petróleo tiene pensado completar más adquisiciones en 2015.
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