Claudia Legoff, Business Development & Black Belt en Icil/Lean Six Sigma Institute, y Javier Escobar, Director de Optimización de Cadena de Suministro de Icil, desarrollaron el modelo general Lean Six Sigma y su aplicación en la logística en la sede de Madrid de la Fundación Icil.
Las necesidades comunes en logística son aumentar la satisfacción del cliente, cumplir y mejorar los niveles de servicio comprometidos, reducir costes y mejorar la calidad. Otras necesidades no menos importantes son reducir la rotación de personas y los niveles de absentismo y no sobrecargar a las personas. Para solventarlas, nace Lean Six Sigma, una forma de pensar y actuar en la que confluyen Lean y Six Sigma. Lean es velocidad, favorece que los procesos sean más flexibles y estables, se trabaje en equipo y el flujo sea continuo y Six Sigma es calidad y se enfoca a la solución de problemas.
Algunas de las herramientas que se utilizan son Hoshin Kanri para mejorar la estrategia, Kaizen en el trabajo en equipo, Kanban para el control de inventario y la planificación o Poka Yoke para mejorar la calidad.
Los beneficios que se conseguirán utilizando Lean serán un mejor flujo de dinero, la reducción de movimientos, de errores y de costes de mano de obra, así como la eliminación de tareas que no aportan valor y que se consideran desperdicios.
Las mejoras se empiezan dentro de la organización pero trascienden a toda la cadena de suministro. El análisis y la toma de decisiones son dinámicas y no se miden personas, sino procesos.
Recientemente, Josep Segura, Gerente del Consejo Logístico, miembro del Comité de Expertos de Icil y ex Director General de la División Logística de Sony en Barcelona, fue el encargado de responder a estas cuestiones en la jornada que organizó la Fundación ICIL en Madrid.
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