China ha aprobado un nuevo plan quinquenal que establece como objetivo prioritario crecer un 6,5% anual entre 2016 y 2020, mientras que el primer ministro, Li Keqiang, ha transmitido un mensaje esperanzador sobre la economía del país.
Keqiang ha asegurado en una rueda de prensa que el país asiático mantendrá sus relaciones actuales con Estados Unidos sin importar el resultado de las elecciones americanas, aunque ha advertido de que defenderá por encima de todo su soberanía.
El parlamento chino ha dado el visto bueno al nuevo plan que fija las líneas de actuación del gobierno en el quinquenio 2016-2020, un acuerdo que tiene como objetivo un crecimiento mínimo del 6,5 % anual con vistas a doblar el producto interior bruto (PIB) en 2020.
El dirigente chino ha señalado que “hay tanto dificultades como esperanzas para la economía china, pero dadas las tendencias subyacentes y los fundamentos hay más esperanzas que dificultades. La debilidad del crecimiento económico global es una de las amenazas que puede impedir lograr el objetivo quinquenal”.
Por otro lado, las exportaciones chinas han sufrido su peor caída en febrero desde septiembre de 2009, hasta los 821.800 millones de yuanes (115.000 millones de euros), con una bajada de un 20,6% frente a la del 6,6% de enero, según datos de la administración general de aduanas.
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