El gobierno venezolano ha puesto en marcha un plan para fijar el precio de las mercancías que circulan y se venden en el país. El objetivo de la medida es radicalizar la ofensiva frente a lo que se ha definido como “guerra económica”.
El Comando Nacional de Precios Justos será el organismo encargado de determinar el precio de los productos y servicios ofertados por las empresas en Venezuela. Las más afectadas por esta medida van a ser las empresas extranjeras, que no podrán obtener más de un 20% de ganancias por los productos y/o servicios que oferten en el mercado venezolano.
El gobierno de Nicolás Maduro pretende incentivar el consumo de bienes y servicios de origen nacional, procedan de entidades públicas o privadas. Las empresas venezolanas podrán tener unas ganancias del 30% por cada producto o servicio que vendan.
Responsables del gobierno venezolano han manifestado que la estabilización de precios y de márgenes de ganancias tiene como objetivo final seguir avanzando en la “guerra económica” y proteger a los venezolanos frente a la especulación en el ámbito empresarial y comercial.
Los conflictos entre Venezuela y gobiernos y empresas extranjeras son habituales. De hecho, Venezuela ha conseguido que se suspenda provisionalmente la obligación de pago de la deuda que tiene con la empresa Exxon Mobil.
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