Tecnocarreteras, expertos en soluciones tecnológicas innovadores sobre la gestión y explotación de las carreteras, ha identificado las principales preocupaciones sobre los coches sin conductor, que engloban aspectos tecnológicos, económicos, humanos, administrativos y operacionales.
En concreto, es necesario garantizar niveles de seguridad cercanos al 100%, en cualquier escenario, incluido nieve o niebla elevada, a pesar de que el vehículo autónomo de Google ha realizado en la actualidad más de un millón de kilómetros sin contratiempos.
Por otra parte, hay que lograr la confianza de los compradores y vencer la resistencia al cambio. No hay que olvidar además, que las verdaderas ventajas del vehículo autónomo se podrán obtener cuando la masa crítica de personas que se decidan a contar con él sea importante. Seguramente será necesario esperar a que la generación de los nativos digitales llegue a su mayoría de edad, afirma la web aseguramicochedealquiler.es.
Respecto a los aspectos administrativos y operacionales, todavía es necesario clarificar un importante número de aspectos administrativos y operacionales para que se den las circunstancias objetivas que permitan contar con vehículos autónomos.
De hecho, la popularización del coche eléctrico está siendo lenta y costosa, entre otros aspectos por la lentitud en la adaptación de ciertas infraestructuras como los postes de recarga y por lo que podría suponer adaptar toda la red viaria a los vehículos autónomos.
Además, tampoco se ha determinado todavía el encargado de la gestión de las operaciones y los recursos compartidos en la nube que requieran los sistemas autónomos. Asimismo, un sistema autónomo va a requerir que los usuarios dispongan de la formación necesaria para su uso correcto, por lo que habrá que determinar el organismo que impartirá esa formación la evaluación de los ciudadanos.
También hay que contar con el cambio para las aseguradoras ante un fallo del sistema del vehículo y la necesidad de determinar cuándo es responsabilidad del conductor, cuándo lo es del fabricante y cuándo del desarrollador del software del vehículo.
Respecto a las implicaciones políticas y legislativas, será necesario abrir un debate coordinado e integral entre todos los niveles de gobierno y sectores empresariales para definir el nuevo escenario legislativo en el que se deberán mover estos vehículos.
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