Erik Jonnaert, secretario general de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea), afirma que los fabricantes de automóviles de Europa deberían realizar un enfoque “integrado” con los organismos europeos para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de coches y vehículos comerciales en el transporte por carretera.
Jonnaert afirma que los fabricantes continúan invirtiendo en innovación, tanto en el desarrollo de sistemas de propulsión alternativos como en la optimización de los motores de combustión.
El secretario general de la asociación añade que “al mismo tiempo, Europa tiene que abordar un acercamiento más coherente y exhaustivo que mire hacia todos los factores que afectan a las emisiones durante el uso del vehículo, en lugar de sólo centrarse en la tecnología de los vehículos”.
Por lo pronto, la Unión Europea obligará a reducir las emisiones de CO2 de los coches hasta 95 gramos por kilómetro con 2020 como fecha límite.
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