A pesar de que los expertos señalaban 2014 como el año en que podría darse por finalizada la recesión en el sector de la carga marítima, los primeros meses del año no han sido especialmente favorecedores para las compañías del sector.
La mala situación que atraviesa el sector desde hace unos años debido al exceso de capacidad de carga está llevando a las principales compañías a buscar alternativas para seguir operando de forma rentable. Las fusiones y acuerdos comerciales son las soluciones más empleadas.
Hapag-Lloyd ha sido una de las últimas compañías en apostar por una nueva estrategia para mejorar sus resultados. A principios de año la compañía anunciaba su intención de adquirir CSAV y, finalmente, la pasada semana ambas empresas cerraron el acuerdo. Con esta transacción comercial, Hapag-Lloyd se convierte en la cuarta compañía de transporte de contenedores a nivel mundial.
El objetivo de esta operación es crear una empresa más grande y, en consecuencia, más rentable. Sin embargo, expertos del sector consideran que esta medida no es suficiente por sí sola para generar una empresa más competitiva.
En los últimos meses, grandes compañías han anunciado la compra de grandes buques de carga para maximizar su oferta. Para los analistas del sector, esta medida puede ser negativa ya que las empresas acaban encontrándose con que han aumentado notablemente su capacidad de carga, pero la demanda no aumenta en igual medida, lo que supone que no pueden recuperar su inversión tan rápido como esperaban.
En relación con esta cuestión, analistas de Drewry Shipping han manifestado que si la nueva compañía integrada por Hapag-Lloyd y CSAV incurre en la idea de comprar nuevos buques más grandes por temor a perder cuota de mercado, podría repetir errores del pasado que traerían consecuencias a largo plazo. Es por ello que los especialistas optan por una reestructuración de la compañía y el diseño de una nueva estrategia que no pase por añadir más exceso de capacidad a su flota.
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