La naviera de transportes MSC ha reestructurado sus conexiones entre el Lejano Oriente y la costa oeste de Sudamérica. De hecho, la compañía ha constituido un nuevo consorcio junto a las navieras Hapag-Lloyd, ONE y HMM para compartir buques en estas líneas, que se hará efectivo a principios de abril de 2018.
En concreto, el acuerdo afectará a la configuración de sus servicios Inca, Andes y Aztec. Por ejemplo, el servicio Inca parte de Keelung (Taiwán) y pasa por los puertos chinos de Hong Kong, Yantian, Ningbó y Shanghái, además de por Busan (Corea del Sur). Seguidamente pasa por Manzanillo y Lázaro Cárdenas (México), Callao, Iquique, Valparaíso y Coronel (Perú).
Por su parte, el servicio Andes comienza en el puerto de Shanghái y continúa por las instalaciones de Shekou, Hong Kong, Ningbo y Busan. De allí, llega a Manzanillo y Lázaro Cárdenas, el puerto panameño de Balboa, el colombiano Buenaventura, el de Callao y los de San Antonio, Coronel, Lirquén y Puerto Angamos, en Chile.
Por último, la línea Aztec hace escala en los puertos asiáticos de Ningbó, Shanghái, Qingdao, Busan y Yokohama, así como en Ensenada, Manzanillo y Lázaro Cárdenas (México). Otros de los puertos por los que pasa son Puerto Quetzal, Balboa, Buenaventura y Guayaquil.
Por otro lado, MSC ha encargado a la filial de ingeniería de transporte marítimo de Cargotex, MacGregor, la optimización de las capacidades de carga de 31 portacontenedores correspondientes a seis tipos diferentes de buques que forman parte de su flota de 490 buques de este tipo.