Con la pandemia de coronavirus afectando el transcurrir de la vida y las actividades económicas, las líneas navieras se enfrentan a panoramas complicados para las próximas semanas.
Ya han tenido que cancelar más de 160 itinerarios en la última semana, tratando de sostener las tarifas de flete frente a las pérdidas potenciales de miles de millones de dólares provocadas por la caída de la demanda comercial.
Las cancelaciones de servicios han aumentado de 45 la semana pasada a 212, según Sea-Intelligence ApS, tendencia que indica que la temporada alta de verano del hemisferio norte podría ser en gran medida silenciada y que las compañías navieras que transportan la mayoría de los productos manufacturados y de venta al por menor del mundo esperan que las repercusiones económicas de la pandemia de coronavirus se extiendan hasta la temporada alta de transporte marítimo.
Sea-Intelligence estima que las mayores navieras portacontenedores del mundo sufran pérdidas combinadas entre los 800 millones y los 23.000 millones de dólares este año, dependiendo de cómo gestionen el impacto económico de los cierres generalizados provocados por el coronavirus.