Las pruebas rápidas para detectar la COVID-19 en menos de media hora recibieron luz verde de la Comisión Europea para su uso en el control fronterizo de los viajeros en los países miembros.
Con la decisión, también se emitió una serie de recomendaciones sobre estas pruebas e instó a los Estados a que reconozcan de forma mutua la validez de estos test de antígenos y de sus resultados.
“El reconocimiento mutuo de los resultados de las pruebas es de vital importancia para facilitar el movimiento transfronterizo y el rastreo y tratamiento de los contactos transfronterizos”, aseveró la Comisión Europea.
La petición de que se acepten estos test como prueba válida ha sido estas últimas semanas una de las principales reivindicaciones del sector turístico, dada su rapidez en la obtención de los resultados y su menor coste. No obstante, esta recomendación no es vinculante y no supone ningún tipo de obligación legal.