La Autoridad Portuaria de Santander ha presentado un Palacete del Embarcadero mucho más funcional tras llevar a cabo su rehabilitación. Así, el presidente del Puerto de Santander, César Díaz, afirmó durante la visita a un Palacete del Embarcadero totalmente rehabilitado, que “este símbolo de las relaciones puerto ciudad conserva, tras su rehabilitación, la esencia del inmueble original proyectado por González de Riancho en 1920”. Díaz ha incidido en que “se ha buscado la funcionalidad del edificio y la mejora de la accesibilidad, además del saneamiento de todo el inmueble que presentaba un alto grado de deterioro”.
“Esta actuación, una verdadera obra de cirugía arquitectónica, nos permitirá afrontar una nueva etapa del edificio más emblemático de la APS que acapara, en sí mismo todo lo que representa la integración puerto-ciudad para Santander”, ha añadido.
Díaz ha insistido en que, como sala de exposiciones, “la reapertura del Palacete tras su rehabilitación vendrá a reforzar la contribución del Puerto a la vida cultural de la ciudad, desde un espacio céntrico y pionero en el proceso de integración, en el que ya se han celebrado más de 400 muestras y eventos y acuden más de 50.000 visitantes al año”.
Los trabajos, que comenzaron en febrero y han contado con un presupuesto de 1.364.639 euros, han sido ejecutados por la UTE PALACETE, compuesta por las empresas CUEVAS GESTIÓN DE OBRAS, S.L. y CYCASA CANTERAS Y CONSTRUCCIONES, S.A. La obra ha sido realizada con cargo al 2% cultural del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, por el que se conceden ayudas a actuaciones sobre bienes de especial interés arquitectónico, histórico y artístico.
Las principales actuaciones han comprendido la eliminación de humedades, la reparación de elementos deteriorados, la sustitución de materiales en mal estado y la mejora de las instalaciones, protección y accesibilidad del edificio.
En cuanto a la estructura, se ha saneado la estructura de hormigón, la sustitución de la estructura de madera de la cúpula suroeste y la impermeabilización de las cubiertas.
Además, se ha rebajado la cota del suelo para hacer el edificio más accesible, se han eliminado paredes interiores de la sala de exposición y se le ha dotado de paneles móviles para dar una mayor versatilidad a su uso.
Como curiosidad, el proyecto original contaba con un escudo central expresamente diseñado para el edificio que, tras las últimas reformas, se encontraba oculto bajo la solera del Palacete. Ahora ha sido extraído, restaurado y ubicado en la sala conocida como “capilla”.