Las crecientes importaciones a los Estados Unidos tienen de cabeza el normal desarrollo de la actividad portuaria y de las grandes navieras.
Resulta que la situación alimenta los altos costos de los fletes y los atascos en los puertos marítimos.
Los ejecutivos de transporte esperan que este rally pierda fuerza con una segunda ola de restricciones de COVID-19.
Las líneas navieras que movilizan bienes para clientes como Amazon y Walmart quedaron afectadas a fines del año pasado y principios de este año cuando la pandemia detuvo el comercio en todo el mundo.
“No nos dejemos llevar”, dijo a la prensa Rolf Habben Jansen, director ejecutivo de Hapag Lloyd. “Esto es sólo un peak que nadie ha previsto en un período inusual.
“La confianza de los consumidores estadounidenses aumentó en septiembre, cuando las ventas al por menor se aceleraron. Aun así, los consumidores están comiendo a través de sus ahorros, los despidos están aumentando y el país acaba de establecer un récord de nuevos contagios de COVID-19.
