Lo que era un secreto a voces, finalmente se ha hecho realidad. Nissan anunció en las últimas horas el cierre definitivo de sus tres plantas en la provincia de Barcelona, lo que supone la pérdida de 3.000 empleos de forma inmediata, y la afectación de hasta otros 20.000 indirectamente.
En concreto, las factorías que dejarán de prestar servicios serán las ubicadas en la Zona Franca, que es la principal de la región, además de las complementarias de Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca.
La decisión de la firma japonesa era un secreto a voces desde hace semanas, y el propio presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, aseguró que es una determinación irreversible, y que forma parte de una “nueva estrategia global” de la alianza que mantienen con Renault y Mitsubishi.
De hecho, el cierre está avalado por el propio presidente de CEO de Nissan, Makoto Uchida, casi un mes luego de que los trabajadores de la planta de Montcada entraran en huelga indefinida, dejando entrever que las factorías catalanas no se contemplan dentro del futuro de la firma.
Por supuesto, esto deriva de algunas situaciones previas, como por ejemplo la decisión de Mercedes-Benz del último mes de enero, por la cual se detuvo la producción de la Mercedes-Benz Clase X, lo que dejó a la principal planta barcelonesa, sin buena parte de los motivos que justificaban su existencia.
“Mantener la planta no es viable ni tan siquiera en el caso de que se hubiera asignado un modelo nuevo puesto que la inversión necesaria para ello era imposible de asumir por parte de la empresa con la nueva estrategia anunciada ayer”, explicó con contundencia Frank Torres, interventor frente a este cierre.
