El fabricante de electrónica Sharp planea vender su unidad de producción de pantallas de cristal líquido (LCD) a Japan Display y convertirla en una filial al margen de la compañía en el marco de su proceso de reestructuración.
La empresa japonesa pretende convertir el nuevo proyecto en una empresa mixta en la que más del 50% del capital estaría invertido por otras empresas.
Sharp fue uno de los principales fabricantes mundiales de televisores y de los mayores proveedores de pantallas para empresas como Apple, un dominio en el que quedó lastrado ante la creciente competencia de sus rivales asiáticos.
La compañía decidió realizar importantes inversiones en la fabricación de pantallas LCD de gran tamaño, una apuesta que no le reportó buenos resultados y la llevó a registrar pérdidas de más de 900.000 millones de yenes (6.604 millones de euros) en los ejercicios de 2011 y 2012.
Las cuantiosas pérdidas registradas en los últimos cinco años han llevado a la empresa a sumergirse en un proceso de reestructuración que incluye numerosos despidos y ha empezado ya a cerrar varias fábricas, como es el caso de la que hay en México.
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