A medida que termina este -por muchos motivos histórico- 2020, tomamos dimensión sobre cuántas cosas han cambiado a lo largo del año. Y podemos llegar a algunas conclusiones positivas, como el impulso de la micromovilidad, pero la mayoría de las conclusiones son más bien negativas, como en el caso de las cadenas de suministros.
Y es que, de acuerdo a un a investigación desarrollada por el Instituto de Investigación de Capgemini, 8 de cada 10 empresas internacionales han visto afectada su cadena de suministros como consecuencia directa de la pandemia por Covid-19.
Asimismo, la gran mayoría de las empresas encuestadas por estos especialistas sostienen que han experimentado toda clase de complicaciones en los distintos aspectos de su operativa, tal y como sostiene el estudio, denominado “Mirar hacia el futuro: reconcebir la resiliencia de la cadena de suministro para un mundo pos-Covid-19“.
Para paliar esta problemática, la pandemia ha obligado a estas firmas a cambiar sus estrategias anteriores para la cadena de suministros, si es que quieren volver a adaptarse, y cuanto antes, a la Nueva Normalidad.
Incluso, apenas un 14% de ellas cree que su cadena de suministros de los próximos años se parecerá mucho a la que tenían antes de la llegada del coronavirus.
Sobre los objetivos y búsquedas que se plantean con este nuevo panorama, las afectadas aseguran que pretenden desarrollar logísticas mucho más flexibles y ágiles, capaces de adaptarse a las vicisitudes del mercado, hasta en situaciones excepcionales. Dos de cada tres, además, sostienen haber cambiado su modelo de negocio.