Ford ha decidido suspender su inversión en México después de que durante las últimas semanas Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, haya estado presionando a la automotriz para que invierta en su país de origen.
La decisión de la automotriz ha sorprendido, porque hasta el momento no había mostrado signos de debilidad ante las amenazas de Trump de imponer fuertes aranceles a los vehículos llegados al mercado estadounidense desde México. De hecho, Ford anunció hace unas semanas que no iba a variar sus planes de invertir en México.
Las cosas han cambiado y ahora el fabricante automotriz confirma que no realizará la inversión de 600 millones de dólares (574 millones de euros) que pensaba llevar a cabo en San Luis Potosí para trasladar hasta su factoría la producción de vehículos de pequeño tamaño.
Ford ha comunicado que en su lugar va a invertir 700 millones de dólares (670 millones de euros) en su planta de Míchigan para la fabricación de vehículos eléctricos, híbridos y autónomos.
La automotriz ha fundamentado su decisión de abandonar la inversión en México en la bajada de la demanda de vehículos de tamaño pequeño y medio.