Hace algún tiempo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia –CNMC– había recomendado a partir de una serie de informes, permitir la participación de las empresas de vehículos de transporte con conductor, participar en el sector sanitario.
A partir de este promisorio futuro en el que podrá formar parte de las licitaciones para ofrecer soluciones en servicios sanitarios que no sean de urgencia, Uber se está planteando la posibilidad de entrar en la industria, algo que aún están discutiendo sus ejecutivos.
Esta opción se valora especialmente por los representantes de la CNMC para aquellas regiones del territorio español en las que limitarse únicamente a las ambulancias y taxis supone un riesgo para las potenciales víctimas, que a veces deben esperar por atención y traslado.
De confirmarse estas presunciones, podemos encontrarnos con que, en poco tiempo, Uber se transforme en la primera multinacional de VTC que opte por meterse en este campo, algo que hasta ahora no ha llamado la atención de Cabify ni de ninguna otra de sus competidoras.
Ante la posibilidad de que se produzca otro encontronazo entre los encargados de las organizaciones de taxis y Uber, hay que decir que no existe aún una negativa manifiesta de los conductores de los primeros, a la entrada de la segunda.
Como las normativas permiten la utilización de taxis para transporte sanitario en aquellos casos en que “no se requiera atención médica del paciente ni sea necesario realizar el traslado mediante un vehículo dotado de un equipamiento médico específico”, tampoco habría motivos para excluir a Uber.
Veremos qué sucede en el futuro, pero tal vez tu próximo viaje al hospital sea a bordo de un Uber.
