Tanto la logística como el transporte atraviesan tiempos realmente duros en lo que respecta a la conflictividad laboral, que viene creciendo en ambos sectores, según los últimos estudios en la materia que evidencian la realidad de las empresas. Solamente durante el mes de marzo, el más reciente sobre el cual se informa, se produjeron un total de 17 huelgas.
Si a eso le sumamos que el transporte podría retomar el paro por las nuevas subidas del combustible, y que otras compañías de logística analizan tomar medidas de fuerza similares por las complicaciones para desarrollar sus tareas, nada hace pensar que la situación vaya a solucionarse en el corto plazo, sino que las previsiones son negativas de cara a estos meses.
Volviendo a las estadísticas del tercer mes del año, nos topamos con que esos 17 ceses de actividades casi duplican aquellos registrados durante el mismo marzo pero de 2021, cuando fueron solamente 10 las huelgas, alcanzando en 2022 el total de 1.146 trabajadores fuera de sus puestos, viéndose afectadas 4.571 jornadas laborales por la ausencia de empleados.
Entre los detalles sobresalientes que debemos mencionarse en este sentido, podemos observar que empresas se dividen casi la mitad de las huelgas entre privadas y públicas, por lo que el contexto no es favorecedor más allá de qué tipo sean éstas. Eso sí, la gran mayoría coincide en que el cese de actividades se debió a cuestiones laborales y de sus negociaciones.
Si se hace segmentación por actividades, al menos en lo que refiere a marzo, la mayor parte de las huelgas corresponden al sector del transporte de mercancías por carretera, que es el que más sensiblemente afectado se está viendo por los cambios constantes en las reglas de juego, más que nada a partir del encarecimiento de los carburantes a nivel nacional.
