La empresa china de ingeniería CAMC ha pedido una investigación de todas sus actividades en Bolivia para demostrar que no ha existido en ningún caso tráfico de influencias por su parte. La empresa denunciará a quien la acusó de tráfico de influencias.
El periodista Carlos Valverde acusó a CAMC de haber conseguido varios contratos con el Estado boliviano por tener en su plantilla como ejecutiva a Gabriela Zapata Montaño, ex pareja del presidente Evo Morales.
Los asesores jurídicos de CAMC han declarado públicamente que no existió ningún tráfico de influencias a la hora de elegir a Zapata Montaño como nueva ejecutiva, ya que su curriculum era el que más se ajustaba a lo que buscaba la compañía.
La empresa también ha desmentido que la contratación de la señora Zapata Montaño haya influido en la obtención de contratos en Bolivia y ha anunciado que iniciará acciones legales contra el periodista que ha difundido la falsa información.
CAMC ha pedido al gobierno de Bolivia que lleve a cabo todas las inspecciones que sean necesarias para demostrar que no ha existido tráfico de influencias en ningún caso y que todas las operaciones se han desarrollado con total legalidad.
Las acusaciones de tráfico de influencias pueden causar graves perjuicios a las empresas. De hecho, el CEO de United Airlines dimitió hace unos meses por un presunto supuesto de tráfico de influencias.
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