Una práctica que Amazon aplica desde hace algún tiempo le está valiendo en estos momentos de congestión portuaria y atascos en la cadena de suministros: fletar directamente buques y aviones y fabricar sus propios contenedores.
Por ejemplo, Amazon gastó más de US$61.000 millones en envíos en 2020, frente a algo menos de US$38.000 millones en 2019. Ahora, está transportando el 72% de sus propios paquetes, frente a menos del 47% en 2019, según SJ Consulting Group.
Estas iniciativas, intensificadas en los últimos meses, están ayudando a Amazon a evitar los largos tiempos de espera por espacio disponible en los puertos más concurridos de EE.UU.: Long Beach y Los Ángeles.
A pesar de este movimiento fuera de la línea tradicional del resto de las empresas, la compañía ha registrado un aumento del 14% en los artículos agotados y un incremento medio de los precios del 25% desde enero de 2021, según la plataforma de gestión de e-commerce CommerceIQ.
“El consumidor ha estado sintiendo el aumento de precios en todo lo que está comprando”, dijo Margaret Kidd, directora del programa de Tecnología de Cadena de Suministro y Logística de la Universidad de Houston. “En última instancia, cuando hay un aumento en el costo del transporte, se traslada al consumidor” añadió.