A pesar de las distintas advertencias de la CNMC, ya es un hecho que Correos disparará sus precios de cara al 2022, condicionando el mercado logístico en España como ya pasó en los años anteriores, lo que ha provocado una serie de quejas por parte de los diferentes actores del sector, que se sienten perjudicados por el accionar de esta firma.
En efecto, la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos, S.A. ha anunciado nuevos aumentos por encima de la inflación, afectando a productos y servicios que se consideran públicos y universal, los que deben prestar obligatoriamente y para los cuales, además, reciben una subvención específica del Estado español.
Si a eso le sumamos que el único incremento oficializado, el de las cartas ordinarias nacionales, es de un 7,1%, podemos suponer que los demás serán aún mayores para el resto de sus productos y servicios, con énfasis en el apartado de la paquetería y la correspondencia internacional, que es lo que más le duele a los usuarios nacionales.
Con el agravante además de que Correos será la marca más demandada en 2022 en el sector logístico, se entiende entonces el malestar de quienes han sido testigos de estos aumentos que sobrepasan el 15% en varios servicios. Incluso, podemos decir que sólo la paquetería ordinaria no urgente sufre incrementos debajo de la inflación.
¿Qué explican desde la sociedad estatal? Básicamente, sostienen que “España seguirá figurando en 2022 entre los países de la Unión Europea con las tarifas postales más económicas, con una diferencia respecto a la tarifa media europea en 2021 (0,86 euros) de 11 céntimos de euro por envío”, brecha mayor respecto a Francia, por ejemplo.
Veremos qué dicen ahora desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia -CNMC-, considerando que habían sido muy críticos con la política de precios de Correos en el pasado, argumentando que se veía una “distorsión” en sus políticas tarifarias, una situación que, al menos por lo que parece, se ha agravado bastante.
