Si bien la creación de empresas ha registrado su mejor febrero desde 2019, parece que la situación no se hace extensiva al sector de la logística y el transporte, donde se observa que se están dando de alta menos compañías, aún cuando también somos testigos de una menor disolución de las mismas, probablemente por la supervivencia de las más fuertes.
Estas conclusiones, que surgen a partir de las últimas cifras difundidas por el Instituto Nacional de Estadística -INE- acerca del número de nuevas sociedades mercantiles, deja entrever que el de la distribución sigue siendo uno de los sectores más afectados por la salida de la pandemia por coronavirus, como así también por la invasión rusa a Ucrania y demás problemas.
El estudio, que refiere específicamente al segundo mes del año en curso, demuestra cómo se ha ralentizado la inscripción de firmas de logística y transporte, que culmina febrero con 163 nuevas empresas, lo que supone un 2,5% del total de las que fueron dadas de alta en este período, que es el porcentaje que representa el sector a la hora de abrir nuevas compañías.
Al igual que en los meses anteriores, y más allá de las evidentes mejoras en las estructuras, la logística y el transporte se ven entre las peor colocadas en este estudio, ubicándose como el sector que menos firmas ha creado de todo el conjunto que hace a la economía española, incluso cuando su representación en las finanzas nacionales es mucho más importante.
En cuanto al número de sociedades mercantiles desaparecidas, siempre para el segundo mes del año, se disolvieron 2.430 de ellas en todo el país, un 2,9% menos que en 2021, y un 34,6% menos que en enero de este mismo año, correspondiendo en particular a la logística y el transporte el cierre de un 2,8% de las empresas del total, 68 compañías que dejaron de operar.
Evidentemente, la combinación de estas estadísticas lleva a pensar que existe un fuerte conservadurismo en el sector, que seguramente permanecerá en la medida en que vayan despejándose las problemáticas internacionales antes señaladas, además de otras propias, como por ejemplo las consecuencias de la huelga del transporte, aún indeterminadas.