Los patinetes eléctricos de Lime son sólo una de las tantas alternativas de movilidad personal a las que podemos optar, al menos en Madrid. Sin embargo y como ocurre con otras compañías, los responsables de ésta buscan mejorar el servicio, por ejemplo evitando que conductores borrachos utilicen los vehículos.
Lo que ocurre es que con los crecientes problemas de seguridad que existen en torno de este tipo de opciones de movilidad, las compañías del segmento intentan ofrecer respuestas eficientes. Las últimas campañas de marketing de la tecnológica estadounidense apuntan sobre todo a evitar que los conductores pasados de copas puedan activar sus patinetes.
Y si bien por el momento Lime descarta la posibilidad de incluir alcoholímetros en los patinetes, los ingenieros de la firma están trabajando al menos en un sistema que disminuya automáticamente la velocidad de los patinetes si consideran que es demasiado elevada por las zonas en las que se encuentran.
Por otro lado, también se tendrán en cuenta otros aspectos adicionales, como la trayectoria del patinete, ya que si se descubre que no es recta sino más bien zigzagueante, eso podría ser un indicio de que quien lo conduce no se halla en las mejores condiciones para hacerlo. Aquí también el patinete comenzará a detenerse poco a poco hasta quedar inutilizado.
Esta estrategia debería ser seguida por la mayoría de empresas del segmento, teniendo en cuenta la lamentable cantidad de casos que existen en los que estos vehículos son utilizados de mala forma, en muchos de ellos por personas que han bebido más de lo recomendable.