La decisión de CMA CGM de congelar la tarifas de flete spot supondría una desventaja para los pequeños expendidores de cargas.
La naviera, una de las más grandes del mundo, anunció a finales de la semana pasada que suspendería cualquier nuevo aumento de la tarifa spot, por lo menos hasta febrero de 2022.
Sobre esa decisión, el experto de la industria marítima, Lars Jensen, analiza que CMA CGM parece llevar a una dirección en la que la priorización se inclinará más hacia los clientes contractuales y con aquellos con quienes mantengan relaciones preexistentes más fuertes, lo que supondrá una ventaja para los clientes con este tipo de relaciones y una desventaja para los clientes, normalmente más pequeños, que podrían preferir buscar en el mercado las mejores ofertas de transporte para cada envío.
También cree que la decisión puede ser vista como un comportamiento bueno y responsable, pero otros pensarían que es poco y demasiado tarde.
En un comentario que colgó en su perfil de LinkedIn, Jensen, reconoce, sin embargo, que la medida de suspender el aumento de tarifas spot puede ser vista “como un truco de marketing con un valor real limitado, ya que presumiblemente un freno a los aumentos de las tarifas spot podría no impedir aumentos adicionales en diferentes tipos de recargos (marítimos o terrestres)”.
El analista ahonda en la relación que la decisión tendrían en otros actores del mercado marítimo en el marco de la falta de capacidad que hay ahora.
Cuando la capacidad es insuficiente, hay que priorizar quién obtiene espacio y quién no explica y señala que “hasta ahora, la priorización, especialmente de las últimas plazas marginales de un buque, se ha hecho en función de la tarifa. Si se paga una prima suficientemente alta, se puede conseguir espacio”, afirma.