A diferencia de lo que comentábamos al respecto el último mes de julio, tanto en la logística como en el transporte los índices que miden la relación entre empresas y empleados muestran una menor conflictividad laboral o, como mínimo, un estancamiento en lugar de esa tendencia creciente que se imponía durante la primera parte del año.
De acuerdo a las organizaciones que se encargan de evaluar las tensiones del sector, durante junio se produjeron únicamente diez huelgas en el transporte y el almacenamiento, igual cantidad de paros que en ese mes de 2020. Cabe destacar que la gran mayoría fueron huelgas de empresas, mientras que una minoría fueron “de sector”.
Los estudios, que suelen ir varios meses atrasados hasta que recopilan todos los datos para elaborar la información definitiva, detallan que el sexto mes de este 2022 fue testigo de huelgas por parte de 971 trabajadores, totalizando 3.527 jornadas laborales afectadas, números que siguen siendo menores a los de los difíciles primeros días del año.
Otro dato destacado tiene que ver con cómo se dividen las cifras entre quienes reclaman desde el sector público y quienes lo hacen desde el sector privado, perteneciendo casi todos a compañías privadas o bien público privadas. Sobre sus demandas, han estado generalmente asociadas a negociaciones colectivas, aunque hay excepciones.
A pesar de las complicaciones que atraviesa el transporte terrestre, y de ser el principal protagonista de los paros, pareciera que la situación de conflicto permanente de finales de 2021 e inicios de 2022 está algo más calmada. Veremos qué dicen los informes correspondientes a la segunda parte de este año cuando sean publicados.
