La compañía industrial alemana Thyssenkrupp obtuvo un aumento del 45,7% en los beneficios netos al cierre de su año fiscal, hasta los 309 millones de euros en comparación con el ejercicio precedente.
La cifra de pedidos recibidos alcanzó un total de 41.318 millones de euros, en línea con el dato del año anterior, mientras que las ventas netas sumaron los 42.778 millones de euros, un 3,8% más que en 2014.
Por otro lado, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Thyssenkrupp ascendió a los 2.445 millones de euros, un 4,9% más. Por consiguiente, la deuda financiera neta del grupo se redujo hasta los 3.414 millones de euros, un 7,1% menos respecto al año precedente.
La empresa de fundición y forja del acero ha afirmado que espera realizar nuevos progresos en su plan estratégico, aunque las crecientes incertidumbres económicas y la presión en los mercados de materiales son causa de preocupación. De hecho, Alemania ha reducido la cifra de exportaciones desde 2012.
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