Delta Air Lines es la primera de las muchas aerolíneas que difundirán números rojos en las próximas semanas, acosadas por las restricciones de movilidad que obligo la pandemia de covid-19.
El mayor socio internacional de Latam dibujó un escenario oscuro que no se vislumbra con claridad en el futuro inmediato para la compañía y el sector de la aeronáutica civil.
Delta, que es además la mayor firma del segmento de Estados Unidos por capitalización bursátil, reportó su primera pérdida trimestral en más de cinco años y emitió un pronóstico sombrío para los próximos tres meses, aún después de recibir ayuda financiera del Gobierno, debido a que espera que la demanda de vuelos siga cayendo.
Los ingresos de la firma con sede en Atlanta cayeron 18% entre enero y marzo a 8.600 millones de dólares, lo que recién refleja una parte de la menor demanda por el coronavirus.
Durante conferencia telefónica con inversionistas y periodistas, el director ejecutivo de la aerolínea, Ed Bastian, confirmó lo adelantado en una nota a empleados hace algunas semanas, en la que estimó que los ingresos del segundo trimestre probablemente caerán 90% con respecto al mismo período de 2019, y pronosticó que la recuperación será larga y que la empresa reduciría su tamaño.