La primera reunión del nuevo Consejo de Administración de Aena tuvo lugar el pasado 17 de octubre. El consejo ejecutivo estuvo compuesto por José Manuel Vargas, presidente y consejero delegado de Aena.
Además, los consejeros independientes fueron Fernando Abril Martorell, exconsejero delegado de Telefónica y Grupo Prisa; Simón Pedro Barceló, co-presidente del Consejo de Administración del Grupo Barceló; Juan Ignacio Acha-Orbea Echeverría, presidente de la compañía de consultoría para la Alta Dirección Equity Contraste Uno; y Eduardo Fernández-Cuesta, expresidente de CBR Richard Ellis.
Por su parte, los consejeros dominicales en representación de los inversores de referencia por Corporación Financiera Alba fue Juan March de la Lastra, vicepresidente de la Banca March y de Corporación Financiera Alba; por Faero (Grupo Ferrovial) fue Jorge Gil Villén, consejero delegado de Ferrovial Aeropuertos; y por el Fondo TCI (The Children’s Investment Fund) Christopher Anthony Hohn, fundador y CEO de TCI.
Los consejeros dominicales designados por la Administración del Estado fueron Juan Miguel Báscones Ramos, director general de Programación Económica y Presupuestos del Ministerio de Fomento; Pilar Fabregat Romero, inspectora general del Ministerio de Fomento; Mª Victoria Marcos Cabero, asesora del Gabinete de la Ministra de Fomento; Pilar Arranz Notario, asesora del gabinete del secretario de Estado del Ministerio de Fomento; José María Araúzo González, interventor delegado del Ministerio de Fomento; Tatiana Martínez Ramos, subdirectora general de Desarrollo y Sostenibilidad Turística del Ministerio de Industria, Energía y Turismo; y Jesús Fernández Rodríguez, secretario general de Enaire.
Enaire, entidad pública empresarial propietaria de las acciones de Aena, ha seleccionado a los inversores de referencia que previsiblemente formarán el núcleo de accionistas en el proceso de venta de acciones de Aena.
Pues vaya éxito… A la primera va la CNMV y les para la salida a bolsa. Un poco chapuza sí que es un poco todo… a lo mejor es por haber “prejubilado” a los mayores de 55 años que quizás sabían algo más que el Vargas JASP.