Portugal ha vendido el 61% de Transportes Aéreos Portugueses (TAP), con lo que el gobierno portugués ha dejado de ser el accionista mayoritario de la aerolínea y ha afianzado el proceso de privatización de la aerolínea.
La venta se produce en el segundo intento y después de un proceso largo y lleno de incidencias, con protestas de trabajadores y agentes sociales incluidas.
El consorcio Gateway, comprador del 61% de TAP, se convierte así en el propietario mayoritario de TAP tras adelantar dos millones de euros y comprometer otros ocho para los próximos meses, a la espera de recibir el plácet de Bruselas.
El acuerdo establece una inversión cercana a los 350 millones para capitalizar la aerolínea y obliga a mantener diez años la sede de TAP en Portugal.
Gateway está formado por los empresarios Humberto Pedrosa y David Neeleman. Los nuevos propietarios pretenden hacer de TAP “la mejor línea aérea de Europa”, en palabras de Neeleman, dueño de la aerolínea brasileña Azul.
La firma de la venta coincide con la publicación de los resultados del primer trimestre, que reflejan pérdidas superiores a los 100 millones de euros. Tampoco son nada halagüeñas las perspectivas para un segundo trimestre lastrado por la huelga de pilotos, contrarios en su mayoría a la privatización de TAP.
Las aerolíneas Copa Airlines y TAP Portugal anunciaron recientemente la firma de un acuerdo de colaboración que les permitirá mejorar el servicio que ofrecen a los pasajeros que viajen entre Europa y Latinoamérica.
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