Desde que suspendiera todos sus vuelos el pasado 24 de marzo, y al igual que muchas otras compañías aéreas, Ryanair se encuentra ahora mismo intentando planificar el futuro de la empresa y sus recorridos. Sin embargo, ejecutivos de la firma han rechazado de plano una de las últimas propuestas del sector.
Michael O’Leary, presidente ejecutivo de la low cost, ha señalado en recientes declaraciones al Financial Times, que la decisión de la empresa es la de no volar “si los gobiernos insisten en que los aviones dejan sus asientos intermedios vacíos” una vez levantado el confinamiento casi mundial.
En efecto, ésta es una de las ideas que más fuerza ha tomado en los últimos días, intentando buscar los especialistas soluciones para el regreso de la industria aérea y el turismo. Esto significaría que cada viaje se haría con muchas menos personas a bordo. Algo que, aparentemente, Ryanair no puede permitirse.
“Algunas medidas de distanciamiento social son completamente ineficaces, como tener asientos medios vacíos. Incluso si haces eso, el asiento central no ofrece ningún distanciamiento social, por lo que es una idea idiota que de todos modos no logra nada. O el gobierno paga por el asiento del medio o no volaremos”, declaró el máximo representante de la irlandesa.
Más allá de esto, el directivo aseguró que, de mantenerse la perspectiva de reanudar los vuelos internacionales a mediados del año que viene, podrán operar a un 50% de su capacidad en un primer momento, alcanzando aproximadamente el 80% para septiembre.
En cualquier caso, no quedan dudas de que la situación de las low cost como Ryanair es una de las más complicadas ya no sólo durante la pandemia por Covid-19, sino también una vez superada la situación.
