La automovilística Mitsubishi Motors ha proyectado unas pérdidas netas anuales de 1.400 millones de dólares (1.267 millones de euros) debido a los fuertes costes por compensaciones y la bajada en ventas tras la trama de manipulación de datos de consumo de combustible en sus vehículos.
La compañía ha reconocido que exageró los datos de consumo de combustible y de emisiones contaminantes en cuatro de sus modelos, problema que ha atribuido a la presión por la fuerte competencia del sector y a una débil supervisión por parte de las autoridades competentes.
Además, Mitsubishi ha previsto que registrará unas pérdidas extraordinarias de 150.000 millones de yenes (1.330 millones de euros) por la compensación a clientes de los vehículos afectados y también por los pagos que tiene que hacerle a Nissan entre otros.
La empresa proyecta dejar de ingresar unos 55.000 millones de yenes (488 millones de euros) por la caída de casi el 50% en las ventas minoristas domésticas como consecuencia de la falsificación de los datos del consumo de combustible.
El director ejecutivo de Mitsubishi, Yoshihiro Kuroi, ha señalado que “a nivel doméstico, el impacto de la interrupción de las ventas y la producción de vehículos alentará una caída de 60.000 automóviles en comparación con el año pasado”.
Asimismo, Mitsubishi ha admitido que de manera intencional trucó las pruebas sobre rendimiento de combustible. De hecho, la propia compañía ha reconocido que hay 625.000 vehículos afectados.
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