El sector del transporte de mercancías por carretera en España se ha mostrado optimista de cara al cierre de 2022. Desde la Asociación del Transporte Internacional por Carretera –Astic-, han asegurado que prevén facturar por encima de 2021, hasta un 20% más, alcanzando los 45.000 millones de euros con los aumentos de precios.
De hecho, ésta fue una de las principales conclusiones que pudimos obtener de la Asamblea General de la entidad, ya en su cuadragésimo quinta edición, que se llevó a cabo en el Palacio de la Magdalena de Santander, contando con la presencia del director general de Transporte Terrestre del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Jaime Moreno, ni más ni menos que junto con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.
Durante el encuentro, se dieron algunos debates fundamentales para la industria y sus reivindicaciones históricas, como por ejemplo que “tras muchos años en los que el terreno de juego de transportistas y cargadores estaba desequilibrado, ahora ambos empiezan a ser socios”, como dijo el presidente de Astic, Marcos Basante.
Incluso cuando los integrantes de la propia organización ya denunciaron presiones de los cargadores para rebajar los precios del transporte, algo que consideraron imposible en el contexto actual, destacan que se está dando una relación de fuerzas “sin desequilibrios de poder”, que cambiará el paradigma de la relación con los clientes.
En cuanto a las dificultades que aparecen en el camino, más allá de esta visión positiva de la facturación en 2022, sobresalen algunas como “las excesivas tasas, burocracia y presión normativa”, todas problemáticas que, a entender de Jaime Moreno, “asfixian al sector”, causando una “tormenta perfecta” que siembra un manto de dudas acerca de cómo continuarán las cosas, más allá de lo importante que sea el incremento en los ingresos.
