Al no concretarse una decisión sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las empresas de uno y otro lado llenan sus inventarios de productos o insumos que le pueden faltar.
Por ejemplo, cervezas de Heineken en los bares, papel para periódicos, e incluso las alas para aviones de Airbus. Pero un insumo trae a las líneas aéreas con dolor de cabeza: las comidas para los vuelos.
De concretarse el brexit el 29 de marzo, el Reino Unido ya no será parte de la Unión Europea ni del Cielo Único Europeo, por lo que se espera que habrá demoras en los controles de pasaportes, se eliminarán rutas y las aerolíneas británicas que quieran volar en Europa tendrán que disponer de certificados de operadores autorizados.
Los servicios a los vuelos pueden verse amenazados. Por ellos, una de las principales compañías de catering del mundo, Gate Gourmet (que atiende 20 aerolíneas), llena sus inventarios para que el brexit no le tome por sorpresa y garantizar el servicio, al menos, diez después de la ruptura.
La compañía suma una abundante reserva de pizza, helados y pato rostizado (para los vuelos de primera clase) que cubren una semana y media de encargos.
Gate Gourmet es controlada por el gigante chino HNA y produce sus comidas en España y Alemania. Los paquetes son enviados al Reino Unido por carretera hasta el puerto de Calais, donde cruzan en barco a Dover. Luego son llevados a Peterborough, hasta que se entrega en la aerolínea que le da un nuevo golpe de calor antes de servirlos.
La aviación europea podría verse en problemas si la salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea se concreta sin acuerdos en la materia.
