Desde el 1 de marzo inició la aplicación de las sanciones a quienes no cumplan con la norma IMO 2020, que obliga a las navieras y operadoras reducir las emisiones de CO2.
Las autoridades de control de estado de puertos podrán convertir en un delito el hecho de que buques utilicen combustible con un contenido de azufre superior a 0,5%, a menos que la nave cuente con un sistema de limpieza de gases (depurador).
La Cámara Marítima Internacional (ICS) recordó a armadores y operadores, en un comunicado, que todo buque que se considere incumplidor se enfrentará a la posibilidad de ser detenido.
La norma es clara: “Que un buque sin sistema de limpieza de gases no cuente con el combustible adecuada bastará para que se considere una violación a la norma”.
El secretario general de la ICS, Guy Platten, comentó que “desde la introducción de la IMO 2020, el 1 de enero, se ha dado a los buques un ‘período de gracia’ mientras la industria hace la transición al combustible de bajo contenido de azufre. Este periodo terminó el 1 de marzo.
