Los problemas de navegabilidad en el canal de acceso al puerto de Barranquilla han provocado el desvío de al menos 300.000 toneladas de cargas a otros puertos de la zona.
Los problemas empezaron el 25 de junio y 20 días después llegó la draga “Taccola” para sacar sedimentos de la zona más crítica: Boca de cenizas.
El calado estaba en 6,07 metros, cuando lo autorizado por la capitanía del puerto para que los buques puedan ingresar, se ubica entre los 9,80 metros y los 10 metros.
La contratación de Jan De Nul por parte de Findeter y Cormagdalena era, en principio, para remover 140.000 metros cúbicos de sedimento de la zona, una meta ya lograda.
Pero, el bloqueo de la vía tuvo consecuencias, de acuerdo a representantes del sector y calcularon que la desviación de 300.000 toneladas de carga representa una afectación de US$8 millones, de acuerdo a Lucas Ariza, director de Asoportuaria.
De acuerdo con el vocero, la cifra correspondería a los sobrecostos para los importadores y exportadores, la carga dejada de recibir por los puertos y los servicios dejados de prestar por los operadores portuarios.
Mientras tanto la draga sigue en la zona, a pesar de haber cumplido su meta. “Nosotros contratamos el equipo no por tiempo de servicio, sino por volumen a dragar. El equipo hoy lleva operando más de dos semanas en la ciudad, pero hemos extendido el actual contrato por 130.000 metros cúbicos (m3) y estamos dispuestos a llegar a unos 250.000 m3”, explicó Pedro Pablo Jurado, director de Cormagdalena.