El Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid contará con un segundo “gran centro de control” idéntico al denominado Citram (Centro de Innovación y Gestión del Transporte Público de Madrid), desde donde se coordina en tiempo real toda la red de transporte público de la región.
Este segundo centro de control, que estará ubicado en el intercambiador de transportes de Avenida de América, actuará como centro de respaldo del Citram, es decir, como un “backup que garantizará que la gestión del transporte público esté protegida ante eventuales incidencias que afecten al funcionamiento normal del centro principal”, como un “gran fallo eléctrico”.
Así lo han explicado a Europa Press fuentes de la Consejería de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, que han apuntado que grandes empresas en sectores claves, como Red Eléctrica o Enagás, también cuentan con centros de respaldo que duplican sus sistemas principales de gestión de red.
Por ello, el centro de respaldo del CITRAM en el intercambiador de transportes de Avenida de América tendrá las mismas capacidades que el centro de control principal, ubicado en la sede del Consorcio.
INVERSIÓN DE 450.000 EUROS
En la puesta en marcha de este centro de respaldo para el control del transporte público se van a invertir en torno a los 450.000 euros.
Actualmente se está completando la documentación del contrato y la previsión del Consorcio es que el nuevo centro esté implantado y operativo en el último trimestre de 2020.
En concreto, el segundo centro de control del Consorcio contará con una sala de operaciones, de 50 metros cuadrados; una sala de crisis, de 20 metros cuadrados; y una sala que albergará los equipos técnicos, de 25 metros cuadrados.
La sala de operaciones contará con un videowall de 2×4, formado por ocho pantallas de 42 pulgadas, que ofrecerá un ángulo de visionado de 178º para que las pantallas se puedan ver desde cualquier punto de la sala sin perder calidad. Este espacio también contará con cinco puestos de operador para la gestión de la red en tiempo real.
También tendrá una sala de crisis, que dispondrá de un proyector y una pantalla desplegable eléctricamente.
42 INCIDENCIAS AL DÍA EN LA RED
El Centro de Innovación y Gestión del Transporte Público (Citram) gestiona una media de 42 incidentes al día en la red de transporte público, con un equipo de 20 personas que, divididas en tres turnos, controlan la red las 24 horas del día, los 365 días del año.
El transporte público madrileño está integrado por más de 40 operadores públicos y privados, con infraestructuras y servicios de transportes diversos, desde autobuses urbanos e interurbanos o trenes de Renfe Cercanías, hasta las redes de Metro de Madrid, Metro Ligero o tranvía.
Para optimizar en tiempo real los cerca de 1.550 millones de desplazamientos que los madrileños realizan cada año en transporte público en la región, este centro de control tiene acceso a más de 10.000 cámaras de vigilancia de los distintos operadores de transporte, lo que permite la recogida de información en tiempo real tanto de la situación de las infraestructuras como de los vehículos que controla.
Esto incluye las cámaras de Metro, metros ligeros, tranvía, DGT, Ayuntamiento de Madrid, EMT, intercambiadores y las cámaras que van dentro de los autobuses urbanos e interurbanos.
También supervisa el cumplimiento de los horarios del servicio y el correcto funcionamiento de todas las instalaciones, como ascensores, escaleras, climatización o ventiladores, con el objetivo de garantizar un servicio de calidad.
Todos los datos que se reciben en tiempo real se analizan con herramientas digitales que han sido diseñadas específicamente para este centro con el fin de permitir una resolución ágil de las incidencias que puedan surgir en un entorno de colaboración y coordinación entre los distintos agentes de transporte.
También se coordina con otros centros de control en la región, como los de Metro de Madrid, EMT, Cercanías, Madrid Calle 30 o DGT, para lograr una mejor colaboración ante cualquier evento público que pueda tener repercusión en el sistema de transporte público.
