La temporada de huracanes en Estados Unidos presenta un desafío único para los importadores: la escasez de camiones. Los fenómenos climáticos de gran magnitud pueden absorber la capacidad de transporte terrestre para actividades de socorro, dejando a los importadores en una situación difícil.
Por ejemplo, el huracán Katrina en 2005 requirió más de 100,000 camiones para uno de los mayores despliegues de suministros de socorro y recuperación en la historia del país. Ahora, con la nueva temporada de huracanes amenazando con causar interrupciones masivas en la cadena de suministro, los importadores estadounidenses podrían enfrentar tarifas de flete mucho más altas.
Además, muchos camioneros pueden optar por transportar suministros de socorro que pagan mejor, dejando a los importadores en una situación aún más precaria. Por lo tanto, es crucial que los importadores se preparen para estos desafíos y aseguren sus compromisos de transporte antes del inicio de la temporada alta.