La producción de litio de Chile tenía una participación, hace cuatro años, de 36% en el mercado mundial, pero hoy ha bajado a 20%. El país suramericano posee gran parte de las reservas globales de litio, un metal ligero clave en la fabricación de baterías.
Agencias de noticias han informado que los productores actuales, SQM y Albemarle, luchan por impulsar la industria y capitalizar la fuerte demanda global, que se triplicaría a 2025, pero el gobierno chileno ha sido lento en habilitar nuevos actores en el mercado, además, algunos grupos sociales se oponen a otras iniciativas.
Por ejemplo, en 2017 Australia superó a Chile como principal proveedor mundial y Argentina está posicionándose para ganar terreno rápidamente, con al menos una docena de proyectos en trámite.
“Chile está decepcionando a la industria y si los planes de expansión siguen tropezando, causaría incertidumbre y complejidad en la cadena de suministro”, dijo Joe Lowry, un consultor independiente, residenciado en Estados Unidos.
SQM, con sede en Santiago, registró una caída de sus acciones de más del 6% cuando anunció que demorará la expansión prevista hasta fines de 2021. El proyecto le permitiría elevar su producción hasta 120.000 toneladas de carbonato de litio.