La Organización Mundial del Turismo (OMT) prevé que el regreso a los niveles de 2019 en términos de llegadas de turistas llevará entre dos y cuatro años recuperar.
Los datos indican que el año pasado se registraron 1.500 millones de viajeros en el mundo.
Pero la pandemia por COVID-19 cambió el panorama este año. Las llegadas de turistas internacionales se redujeron en un 65% en el primer semestre del año, según los datos del último barómetro de la OMT.
Solo en el sexto mes del año la caída fue del 93% en comparación con el mismo periodo de 2019. Un desplome que se traduce en una pérdida de 440 millones de llegadas en el mundo en el primer semestre y de alrededor de 460.000 millones de dólares en ingresos, como consecuencia de las restricciones a los viajes para frenar la pandemia.
“Todas las regiones del mundo se han visto afectadas por la fuerte caída del turismo. Asia y el Pacífico, la primera región que sintió el impacto de la COVID-19 en el sector, fue la más duramente golpeada, con una caída del 72% de los turistas en el semestre”, indica la OMT.
Europa fue la segunda región más afectada, con un descenso del 66% del número de llegadas de viajeros, seguida de África y Oriente Medio (ambas -57%) y las Américas (-55%).