La guerra comercial entre EEUU y China, el mayor importador mundial de semillas oleaginosas, beneficia a Argentina, que se ha convertido en una especie de escala de la soja que antes iba directo desde Norteamérica hacia el gigante asiático.
Argentina, tercer productor mundial de soja, tomó parte del lugar que dejó EEUU en la exportación de oleaginosa a China.
Tradicionalmente, Argentina procesa su propia soja para exportar harina y aceite. Pero, en esta coyuntura, cambió su plan: Atraída por el apetito voraz de los chinos y un cambio fiscal a nivel nacional, El país suramericano está enviando más soja sin procesar.
En estos momentos, Argentina exporta lo que produce a China, mientras que abastece sus molinos con la soja importada desde EEUU, a precios muy bajos.
Esto hace que más de 20 buques se concentren en el río Paraná con el objetivo de descargar soja en suelo sureño. La última semana, EEUU envió 1,36 millones de toneladas de soja a Argentina en lo que va del cuarto trimestre, generando una congestión en los puertos argentinos.
El 10% del total del comercio que pasa por los puertos de Estados Unidos se vio afectado por las tarifas totales impuestas y las medidas de represalia internacionales producto de la naciente guerra comercial con China.
